Comer como Niños
Quiero contarte algo: los niños tienen la respuesta al momento de comer. Pensarás que estoy bromeando y que es alguna analogía entretenida con respecto a la libertad que tienen los niños al momento de comer, pero no, realmente los niños tienen la solución.
Al nacer no tenemos prejuicios, ni juzgamos las señales de nuestro cuerpo al momento de comer. No pensamos que estamos comiendo demasiado ni tampoco se nos pasa por la mente si un alimento es bueno o malo. No conocemos un límite de carbohidratos, o que ciertos alimentos tienen propiedades y que otros son considerados alimentos chatarra.
Los niños son los mejores ejemplos de una buena relación con la comida, del control de porciones y de poder estar atentos de nuestras señales de saciedad o hambre. ¿Te ha pasado que al momento de ofrecerle a un niño un vaso de agua te responde: No tengo sed, tengo hambre? ¿O alguna vez te ha dejado la mitad del plato con la excusa que ya no tiene hambre? Y cuando son mas pequeños expresan estas emociones con gestos físicos que dejan claro que no desean más comida y aunque nos enoje como adultos, son ellos los que tienen la mejor autorregulación que podemos conocer.
Al igual que en nuestra práctica de yoga debemos dejar fluir los movimientos, permitirnos llegar más allá, probar nuevas posturas o técnicas, es tiempo de soltar tu alimentación, tal como lo hacen los niños. Suelta esas inseguridades al momento de comer, suelta esos prejuicios que tienes con los alimentos y tómate un tiempo de conocer tus señales de hambre y saciedad. Al igual que los niños, los tenemos integrados en nosotros pero con el tiempo lo hemos perdido.
“Ser bueno con uno mismo en relación a la comida es algo muy sencillo. Tu cuerpo te dice lo que quiere. No te compliques demasiado con el tema. La actitud apropiada, con todos nuestros defectos y disparates, con todo nuestro egoísmo y el daño que hacemos a los demás, es una actitud de compasión y de comprensión hacia nosotros mismos.”
Los niños tienen la respuesta, para ti, para tu familia, para tu paz interior. No acalles la respuesta con lo que te han enseñado sobre la comida y simplemente saca a la luz tu niño interior.
por Pia Leon