Ver con los ojos del alma

¿Cuándo fue la última vez que viste a alguien de verdad? No mirar, no echar un vistazo, no asumir, ni suponer, ni querer ver a alguien que no está ahí; la percepción del eco del pasado o el deseo del futuro. Me refiero a ver a ese Otro por quien realmente es, con los ojos de tu alma.

Ver con los ojos del alma

Todos cambiamos. Evolucionamos, crecemos y nos expandimos. Aprendemos, nos caemos, nos equivocamos. Pero nos cuesta mucho aceptar el cambio en el Otro. No lo entendemos, lo juzgamos. Muchas veces hasta nos duele. Incluso podemos percibir ese cambio como un ataque personal. El Otro cambia, y con eso cambian sus gustos, sus preferencias, sus sueños y metas. Se transforma, como una metamorfosis. Y en ese proceso, las relaciones muchas veces se distancian. Algunas evolucionan a algo distinto. Ni peor, ni mejor. Solo diferente a lo que era antes.

Y en la mayoría de las veces, no entendemos ese cambio. Al contrario, nos sentimos atacados, dejados de lado e ignorados, heridos por la falta de esa conexión primaria que antes existía y ahora se ha transformado en algo diferente. Algo que nos cuesta entender y aceptar. Porque estamos viendo ese cambio desde el juzgar, desde el dolor, desde la incomprensión. Desde el ego herido.

Pero cuando aprendemos a ver con los ojos del alma, vemos con aceptación. Vemos con amor incondicional. Vemos sin etiquetas, sin pasado ni futuro, sin expectativas de quien yo quiero que ese Otro sea. Ver a cada persona con esos ojos amorosos es reconocerlos por quien realmente son. Verlos y liberarlos de nuestras perspectivas, de nuestros deseos, de nuestros apegos y nuestros miedos. Verlos y amarlos incondicionalmente, por muy diferentes que estén, por muy cambiados, por muy irreconocibles.

Porque la vida es de cambios y nosotros cambiamos con la vida. Por eso aprendamos a aceptar los cambios del Otro; su nueva felicidad, sus nuevas metas, su nuevo camino. Aprendamos a perdonar, a soltar y a vivir en el eterno presente—porque es lo único que existe. Dejando atrás las expectativas, las presiones, los dolores que puedan surgir dentro de ti al ver el cambio en el Otro.

Aceptar y amar. De eso se trata.

Ver a todos por quienes realmente son y no por quienes queramos que sean; no por quienes fueron, porque ya no son esa persona; no por quienes creemos en nuestras mentes que son. Porque eso no es realmente ver con los ojos del alma, los ojos de la aceptación, los ojos de la comprensión, los ojos del amor incondicional.

Con amor,
Camila Cornejo Schilling

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